El artículo revisa el modelo de economía colaborativa desde una perspectiva crítica a través de sus experiencias más exitosas, Airbnb y Uber, para descubrir las razones del alza de esas empresas y calibrar sus limitaciones y lo que se esconde tras las bambalinas -entre otras, beneficiarse del comercio a gran escala sin asumir ninguna de las responsabilidades y costes, además de fracasos sonados- para mostrar que la historia de éxito que se ha construido en torno a la economía de plataforma tiene numerosas fugas.