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Alberto Grau
La rehabilitación de 350.000 viviendas al año 2050 es necesaria para conseguir alcanzar los objetivos ambientales a los que estamos obligados como país. Se trata de una intervención que se debería realizar de forma ambiciosa y profunda, adaptando edificios para que se consuma una energía casi nula, teniendo en cuenta de forma prioritaria la mejora de la envolvente térmica e incorporando la generación de energía a través de fuentes de origen renovable.
