Desde la Antigüedad hasta hoy, los símbolos y el lenguaje han reforzado la idea de que el poder no es lugar para las mujeres y que ejercer la voz pública es un atributo de masculinidad.
Todo éxito es un malentendido, decía Emil Cioran, y en cierto modo el de Mary Beard es un malentendido feliz: podría haber sido una especialista poco conocida fuera de su campo de investigación, pero se ha convertido en una autora muy leída y un referente feminista. Experta en la Antigüedad grecorromana, profesora en la Universidad de Cambridge y editora de clásicos en el Times Literary Supplement, Beard es una erudita de una prestigiosa institución británica que escribe ensayos admirables como los recogidos en La herencia viva de los clásicos (Crítica, 2013). Y, al mismo tiempo, también es una divulgadora eficaz, responsable de documentales sobre la vida en Pompeya o en la Antigua Roma en general. Esta tarea de divulgación bien hecha, que mezcla conocimiento experto de las fuentes y la tradición historiográfica con talento narrativo, humor y la preocupación por incluir aspectos que otros relatos habían dejado de lado, ha producido obras como Pompeya: Historia y leyenda de una ciudad romana (Crítica, 2009) y SPQR. Una historia de la Antigua Roma (Crítica, 2013), vinculadas a su trabajo televisivo. Finalmente, también es una intelectual que participa en los debates públicos nacionales e internacionales, tanto en artículos y conferencias como en su blog y las redes sociales.