Los diagnósticos que se han realizado a nivel de nuestro sistema educativo señalan, como relevante, un centralismo administrativo y pedagógico junto con una estructura de financiamiento deficitaria. Estas evidencias que afectan, en mayor y menor medida, a muchos centros educativos en la actualidad (públicos o privados) provocan que los mismos no lleguen a constituirse en una identidad convocarte e integradora de su comunidad educativa.