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Este trabajo pretende profundizar y fluctúa en torno a dos ideas: en un sentido, sobre la confección histórica del arrendamiento que se ha materializado, jurídica y políticamente —nos referimos a opción político-legislativa—, y que ha llegado a nuestros días como institución de relativa utilidad y eficacia, intentando contextualizarla en las eventuales modificaciones coyunturales de la situación económica; en otro sentido, buscando mecanismos alternativos de reactivación del mercado arrendaticio como opción político-legislativa y que, a nuestro parecer, pasa por la interesante propuesta —activa en el Derecho anglonorteamericano— de la desagregación del dominio, idea vista con recelo por la mentalidad romano canónica.
This paper seeks to deepen and fluctuate around two ideas: in a sense, on the historical preparation of the lease that has materialized, legally and politically —we refer to a political-legislative option— and that has come to our days as an institution of relative utility and effectiveness, trying to contextualize it in the eventual conjunctural changes of the economic situation; in another sense, seeking alternative mechanisms to reactivate the home market as a political-legislative option and which, in our opinion, goes through the interesting proposal — active in Anglo-American law — of the disaggregation of the domain, an idea viewed with suspicion by the Roman-Canonical mentality.
