Peter Tempel
Más de 500.000 alemanes viven en España de forma permanente y 130.000 españoles residen en Alemania. A la densidad de los vínculos políticos, económicos y sociales se añade la voluntad de avanzar en la cohesión de la UE.
VUELVO a quedar fascinado siempre que entro en la Sala de Columnas del Palacio Real, en la que hace ya más de 30 años se firmaron los Tratados de Adhesión de España a la Unión Europea. Este hecho histórico está literalmente cincelado en piedra y es visible para todos los visitantes, casi como un jalón de la historia española del que, con toda razón, se está muy orgulloso. Recientemente las instituciones europeas han sido galardonadas con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, una prueba más del gran prestigio y la alta valoración de los que Europa goza en España.
Las relaciones entre España y la República Federal de Alemania se han profundizado constantemente desde la adhesión de España a la UE en 1986. Desde entonces, el país no es solo un estrecho socio político para Alemania, tanto a escala bilateral como en la UE y en la OTAN, sino que también nuestras poblaciones están muy vinculadas. En torno a 130.000 españoles viven en Alemania en la actualidad. Según estimaciones recientes, en España residen más de 500.000 ciudadanos alemanes de forma permanente (más de tres meses al año). A escala municipal existe un sinnúmero de hermanamientos entre ciudades españolas y alemanas.
Alemania se ha vuelto más española en los últimos años: los alemanes hablan por teléfono gracias a una compañía telefónica española, abren una cuenta en un gran banco español o se compran sus vaqueros en una tienda de ropa española. Nuestros países han desarrollado estrechos vínculos empresariales y esperamos continuar profundizando esta cooperación en el futuro. En la actualidad, Alemania es, después de Francia, el segundo mayor socio comercial de España; y en cuanto a importaciones, el primero. El comercio hispano-alemán sigue creciendo, con un volumen de 65.600 millones de euros al año.
En España están presentes más de 2.000 empresas alemanas a través de filiales o participaciones, muchas de ellas con producción propia. Según los datos más recientes publicados por el Bundesbank, las empresas alemanas en España facturaron 82.400 millones de euros en 2014 y proporcionaron unos 206.000 puestos de trabajo directos. La mitad de las filiales alemanas en España asumen la responsabilidad de las actividades del grupo en terceros mercados, sobre todo en Portugal y en América Latina. Muchas de estas empresas están asociadas a la Cámara de Comercio Alemana en España, que celebra este año su centenario, prueba de la historia de éxito del intercambio bilateral entre nuestros países. Fue un gran honor para nuestro país que el rey Felipe VI presidiera el acto celebrado a finales de mayo. En su intervención, el rey señaló que "Alemania y España son naciones amigas que comparten valores e intereses y que cuentan con una perspectiva similar a la hora de afrontar los retos globales y los desafíos que plantea la economía internacional".
Tradición e innovación EL lema de las relaciones económicas bilaterales ha sido y seguirá siendo en el futuro el mismo: tradición e innovación. Esto se aplica especialmente a los sectores de tecnología punta, como las energías renovables o la automoción.
Respecto a España, la trayectoria económica de los últimos años es ejemplar. Gracias al amplio programa de reformas estructurales, respaldadas por la cooperación europea, España ha logrado encontrar un camino de salida de la crisis. Vemos una mejora significativa en los datos del mercado laboral, también en lo que atañe a las oportunidades para los jóvenes. La formación y cualificación profesionales de jóvenes trabajadores son claves para seguir con este desarrollo prometedor. No solo mejoran las posibilidades de los jóvenes en el mercado laboral, sino que garantizan la competitividad de empresas y sectores. El modelo de la formación profesional dual, que combina la actividad escolar con prácticas en las empresas, y que compañías alemanas ofrecen también en España, goza de creciente aceptación.
Otro pilar del éxito económico español es el turismo. A los alemanes les encanta viajar a España: en 2016 más de 11 millones de turistas alemanes visitaron el país, muchos de ellos recorrieron Mallorca o hicieron el Camino de Santiago.