El modelo tradicional de valor intrínseca de activos señala que el valor económico resulta de la actualización de los flujos de caja aportados por el activo, descontados a una tasa que represente el coste de los recursos empleados. En el proceso de cuantificación es preciso fijar esos flujos de caja tanto en su cuantía como en el momento en que se producen, para derivar un valor actual neto que mida la creación de valor económico