Los gobiernos de muchos países están redefiniendo sus políticas y estrategias con miras a atender las profundas y crecientes necesidades de sus ciudadanos. Puesto que la eficacia de las nuevas políticas y estrategias depende exclusivamente de su aplicación, una buena gobernanza en la administración de la seguridad social es indispensable para alcanzar los resultados apetecidos. El artículo se centra en la práctica de una buena gobernanza en dos esferas de autoridad: a) la institución de la seguridad social, y b) el gobierno nacional. Con respecto a la institución de la seguridad social, estudiamos un marco genérico de gobernanza destinado a ofrecer un panorama general de los aspectos que intervienen en la aplicación de un programa de la seguridad social. El estudio se amplía hasta la esfera nacional con la finalidad de centrarse en la gobernanza de un sistema de la seguridad social. Desde este punto de vista, el presente artículo pone de relieve el papel fundamental que desempeñan los gobiernos en cuanto a la fijación de los objetivos generales del régimen de la seguridad social del país. Aboga por la designación de una autoridad nacional en materia de seguridad social que garantice la coherencia en la aplicación y el desarrollo de los diversos programas que comprende dicho régimen. Conviene llegar a una mayor sincronización entre la política de la seguridad social y las políticas de empleo y del mercado del trabajo con la que se estimule la sinergia y la eficacia de ambas en aras de facilitar el acceso a las oportunidades de trabajo en los diversos sectores de la economía formal, que es un factor clave para atajar la pobreza, poner freno a la exclusión social y favorecer un mayor acceso de las personas sin recursos a formas más integrales de protección social. La buena gobernanza garantizará mejor la contribución sostenible y duradera de la seguridad social al crecimiento y el desarrollo económicos.