Claudine Dardy
Los estados modernos registran oficialmente las identidades de los individuos. Este registro es una obligación, un cierto tipo de control; pero al mismo tiempo brinda un espacio social con todos los derechos que le corresponden, es decir, provee de identidades sociales. Aunque esta inscripción y burocratización de la vida cotidiana es un control, paradójicamente abre espacios de libertad. Así, aunque el modelo identitario del Registro Civil otorga privilegios a ciertas marcas (nombre, apellido, nacionalidad, sexo), impone la permanencia de las mismas. Un estado democrático dirige y codifica las posibles salidas de este modelo.