Fidel Azarian
Las trabajadoras sexuales de AMMAR-Córdoba reclaman por el reconocimiento de sus derechos en un escenario signado por acuciantes situaciones de injusticia: estigmatización, discriminación, precarización laboral, criminalización, violencia policial, entre otras. En este contexto es que creemos necesario analizar las demandas de Ammar-Córdoba desde un enfoque de la justicia que reconcilie las reivindicaciones por la igualdad económica con aquellas que defienden el reconocimiento de la diversidad sexual. Nuestro argumento es que la lucha de las trabajadoras sexuales de AMMAR-Córdoba impugna un orden social injusto que asigna de modo desigual derechos y privilegios. Estas desigualdades se configuran como flagrantes injusticias en la medida que expulsan a un sector importante de la ciudadanía del espacio público deliberativo, una organización que busca participación en el debate público sobre un tema que les concierne más que a nadie: la regulación del trabajo sexual.