Ángel Bergés Lobera, Emilio Ontiveros Baeza
El objetivo del artículo es analizar las recientes señales que permiten identificar una clara inflexión en la dinámica de globalización financiera que ha tenido lugar en las tres últimas décadas. El centro de atención se concreta en el sistema bancario y, más específicamente, en el de la eurozona. El impacto de la propagación de la crisis de 2008 al área monetaria europea, además de propiciar la anticipación de la definición de la Unión Bancaria (UB), determinó una reversión de las actividades bancarias transfronterizas, mucho más explicitas en términos de contracción de los flujos transfronterizos que de dispersión de precios aplicados a las actividades de banca al por menor. Se trata igualmente de valorar el alcance de esa inflexión en la integración bancaria en la eurozona, analizando las razones y el futuro de las operaciones de fusión intracomunitarias.