La teoría de la regla de exclusión, nacida en EEUU, se ha trasladado a todo el mundo en diferentes versiones doctrinales que, finalmente, lo que hacen todas ellas es excluir la prueba ilícita del proceso. Sin embargo, es importante saber que dicha regla de exclusión está basada en la producción de un efecto disuasorio de la mala praxis policial, sancionando indirectamente a los policías con la nulidad radical de sus investigaciones vulneradoras de derechos. En este trabajo se discute ese fundamento, que se retiene como desorientador y perjudicial, y se propone una guía muy sencilla de correcta actuación de la policía cuando no exista autorización judicial, de manera que se evite al máximo la vulneración de derechos fundamentales. Por último, se llega a una conclusión muy novedosa: la violación de derecho fundamental es un fuerte indicio de manipulación policial de las pruebas del proceso.