Daniel Fuentes Castro
El saldo comercial español mantiene el tono en un contexto competitivo en el que se intercambian más bienes a un precio notablemente inferior. Además de conservar la competitividad precio, el sector exportador español se enfrenta a distintos retos en el corto y medio plazo, como la depreciación de la libra y el débil crecimiento de algunos de sus principales socios comerciales, especialmente en la eurozona. El incremento de la exportación de servicios no turísticos supone, probablemente, el mayor cambio estructural experimentado por la economía española en la última década.