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Dorina Clichini, Corina Gribincea
La profundidad de las consecuencias de la reciente crisis financiera en las distintas economías difiere de un país a otro. Sus efectos no son los mismos en los países desarrollados y en los países en desarrollo. La globalización de la actividad bancaria tiene como consecuencia que los sistemas bancarios sean, ahora más que nunca, más vulnerables a los shocks y al contagio. El sistema bancario moldavo ha demostrado durante los últimos años un alto grado de resiliencia a la crisis financiera mundial. Tiene un bajo grado de conectividad con el sistema bancario europeo y mundial debido a la muy baja presencia de bancos internacionales en el mercado, lo cual ha sido determinante en el hecho que no haya habido contagio directo en las últimas crisis financieras. Los efectos de las crisis en Moldavia afectaron a los bancos de forma indirecta, vía remesas y comercio exterior, que han disminuido sustancialmente como resultado de la ralentización de las economías europeas, en particular en 2009. El objetivo del artículo es verificar si ha tenido lugar una crisis sistémica el sector bancario moldavo en los últimos años, así como determinar, en el caso de la República de Moldavia, las condiciones que pueden ser calificadas de episodio de crisis en toda regla. También hay se identifican las implicaciones de la reciente crisis financiera en la solidez del sistema bancario moldavo
The extent of recent financial crisis implications on economies differs from country to country. The effects of the crisis events in developed countries differ from the effects in developing countries. The banking systems are now more vulnerable to shocks and to contagion than ever before due to the globalization of banking activity.
In recent years, the Moldovan banking system has demonstrated a high degree of resilience to the global financial crisis. The local banking system has a low degree of connectivity to the European and world banking systems due to a very limited presence of international banks in the market. This has meant that there has been no direct contagion during the last financial crises. The effects of the crises in Moldova were felt indirectly by the banks, through the channel of remittances and foreign trade, which have diminished substantially as a result of the economic decline in Europe, particularly in 2009. This article aims to verify whether a systemic crisis was recorded within the domestic banking sector during recent years and to establish the conditions which could be classified as a full-fledged crisis episode in the case of the Republic of Moldova. In addition, the implications of the recent financial crisis on the soundness of Moldova’s banking system are identified
