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Natalia Sánchez-Moraleda Vilches 
El trabajo pone de relieve algunas distorsiones a las que ha conducido la última reforma del Código penal en materia de terrorismo, provocadas por el afán de enfrentar el denominado «terrorismo yihadista». Con este objetivo general se aborda la LO 2/2015, incidiendo en particular en la decisión legislativa de introducir un concepto excesivamente abierto de terrorismo (art. 573) que prescinde del elemento organizativo y amplía hasta límites desorbitados el elemento teleológico. La conclusión es que el compromiso de luchar contra el terrorismo yihadista y, más específicamente, contra las actuaciones de individuos radicalizados («lobos solitarios»), ha desembocado en una intervención confusa e irreflexiva, que por su vaguedad y la deficiente técnica empleada puede expandir su aplicación a hechos que son ajenos al fenómeno, con las graves consecuencias que ello comporta.
