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Desde que Nicolás Taboada Leal publicara en 1840 su “Descripción topográfico-histórica de la ciudad de Vigo, su rÍa y alrededores”, se han multiplicado las historias alusivas a Vigo. Algunas, a cargo de los cronistas locales. Este es un cargo honorífico, otorgado en su día, sucesivamente, a cinco hombres que fueron muriendo. El sexto, Bernardo Miguel (Lalo) Vázquez Gil, también miembro fundacional del Instituto de Estudios Vigueses, falleció el 20 de junio de 2016, cuando elaborábamos este Glaucopis.
