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Roberto F. Bertossi
Las prácticas cooperativas agrarias argentinas, centradas en las normas de facto/decretos-leyes Nº 19.219, y Nº 20.337/73 o Resoluciones administrativas del Órgano de aplicación cooperativa (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social), padecen de una total inconstitucionalidad, de ceguera jurídica y de absoluta juridicidad.Ello dificulta una mirada sistémica constructivista sobre las crisis no solo de la legislación cooperativa argentina sino de los auténticos desarrollos y genuinos logros cooperativos, agrícola-ganaderos, tan imprescindibles en los tiempos actuales de un mundo que ve consumarse el pleno desmantelamiento del estado del bienestar. La legislación cooperativa vigente (no democrática ni constitucional), carece de parámetros apropiados e imperativos para amparar, favorecer, facilitar e incentivar el desarrollo y expansión de economíasagrarias cooperativas.De hecho, el cooperativismo agrario argentino tradicional ha padecido y padece graves o gravísimas consecuencias por lo antedicho; ello de diversas maneras y desde múltiples sectores, Vg., gubernamentales,¡ tributarios, crediticios, regulatorios, desmadres de apabullantes intermediaciones y pavorosos estiércoles lucrativos, descontrol publico e ignorancias supinas, tanto legislativa como judicial; además de la agudización de la orfandad crónica, educativa y participativa.No obstante, el nuevo Código Civil y Comercial Argentino (CCC) que rige en Argentina a partir del día 1º de Agosto de 2015, en su artículo 148, ha definido con toda claridad y explicitud a la Cooperativa como una persona jurídica privada, en tanto el articulo 142 del¡ mismo, simplifica todo lo relacionado con su constitución, funciona-miento para un auspicioso y renovado esparcir del cooperativismo agrario argentino en este siglo XXI.Los actores principales, esenciales y centrales de la cadena agrícola- ganadera: ”Productor/Consumidor”, son injustas e inaceptables victimas de tanto despropósito y disparate en la cuestión, conforme al sistema seudo jurídico cooperativo de facto (vigente paradójicamente hoy por más de cuarenta años) no obstante una Argentina que épica, hidalga y gallardamente disfruta, aprende y asimila sus jóvenes 33 años de democracia, de una Democracia que supo recuperar con sangre y verdad.Si bien las corporaciones cooperativas son mayúsculamente responsablesde todo ello, la responsabilidad principal es del Estado que tieneatribuciones, competencias, facultades y funciones constitucionales indelegables, particularmente cuando hoy, el Estado argentino a cargo de la nueva gestión “¿Cambiemos?”. Atónitamente los primeros pasos de esta gestión en materia cooperativa, lucen irresponsables, desinformados, hipócritas e interesados, al menos al haber ratificado de entrada no más, lo peor de lo viejo sin cambiar nada de todo eso tan inconstitucional, corrupto y reprochable; peor aún dicha gestión, ha acentuado el poder de las corporaciones cooperativas, todo lo cual resulta el peor augurio para el desarrollo cooperativo futuro, no solo el agrícola-ganadero; salvo inevitables derivaciones en “cooperatismos” posibles como los mexicanos.
Practices Argentine agricultural cooperatives, focusing on de facto standards / decree-laws No. 19,219 and No. 20,337 / 73 or administrative resolutions Body cooperative application (National Institute of Cooperatives and Social Economy), suffer from total unconstitutionality of blindness legal and absolute legality. This hinders a constructivist systemic view on crises not only from Argentina cooperative legislation but the real developments and genuine cooperative, agricultural and livestock, achievements so essential in modern times of a world that sees consummated the full dismantling of the welfare state. (Not democratic or constitutional) union legislation lacks appropriate parameters and imperatives to protect, promote, facilitate and encourage the development and expansion of agricultural economies cooperatives. In fact, the traditional Argentine agricultural cooperatives has suffered and suffers serious or very serious consequences for the above; this in different ways and from many sectors, Vg, government, tax, credit, regulatory, pummeling desmadres mediations and terrifying manures lucrative public decontrol and supine ignorance, both legislative and judicial branches.; in addition to the exacerbation of chronic, educational and participatory orphanhood. However, the new Civil and Commercial Code Argentino (CCC) that governs in Argentina from 1st of August 2015, in Article 148 defined clearly and explicitness to the Cooperative as a private legal entity, while article 142 thereof, simplifies everything related to theirestablishment, functioning for an auspicious and renewed spread of Argentine agricultural cooperatives in this century. The main, essential and key players in the farming chain: “Producer / Consumer” are unfair and unacceptable victims of both nonsense and nonsense on the issue, according to the cooperative legal pseudo system de facto (effective paradoxically today for more than forty years) however an Argentina that epic, noble and gallantly enjoy, learn and assimilate his young 33 years of democracy, a democracy that knew to recover blood and true. While corporations are mayúsculamente cooperatives responsible for all this, the main responsibility is the state that has powers, powers, delegated powers and constitutional functions, particularly when today, the Argentine government in charge of the new management “Let’s change?”. Atónitamente the first steps of this cooperative management matter, look irresponsible, uninformed, hypocritical and interested parties have ratified at least no more input, the worst of the old without changing any of that as unconstitutional, corrupt and reprehensible; worse that management has accentuated the power of cooperative corporations, all of which are the worst omen for future cooperative development, not only the agriculture and livestock; except inevitable leads in “cooperatismos” possible as Mexicans.
