Es a mediados del siglo XIX cuando la población comienza a darse cuenta de que la degradación de los recursos básicos, como son el agua, el aire o el suelo, puede afectar directamente sobre la salud de las personas. Y en ese momento podemos atisbar los orígenes históricos de la preocupación por el medio ambiente, que es el fruto del encuentro de la sociedad con los problemas causados por su propia actividad