la desigualdad étnica profesional figura desde antiguo en la agenda política de América Latina. Con datos de la Encuesta Nacional de Hogares, los autores analizan la brecha salarial étnica por sexo en el Perú en 2005-2011. La brecha de género es menor que la étnica, pero las mujeres indígenas sufren ambas. Los autores interpretan el componente inexplicado de la brecha como la medida máxima de la discriminación étnica, y descomponen el explicado para determinar los efectos de las características individuales, las del empleo y la situación geográfica. Como estos efectos explican gran parte de la brecha salarial étnica que afecta a las mujeres, se concluye con propuestas de política al efecto.