Por todos es sabido que las nuevas audiencias precisan nuevas experiencias: la publicidad tradicional en su concepto más amplio necesita un contenido con el que el usuario pueda interactuar. Agencias como Circus han captado el mensaje y desde sus oficinas repartidas por Estados Unidos, Latinoamérica y España han creado lo que denominan una "micronetwork" cuyo reto es nutrir al mercado de un conocimiento especializado.