La consolidación de la fase de recuperación que incipientemente empieza a registrar la actividad económica nacional y las oportunidades de progreso y desarrollo que posibilita el Mercado Único Europeo, cuyas estructuras y voluntad de realización se han fortalecido tras los acuerdos alcanzados en la cumbre de Maastricht, ofrecen un marco adecuado para profundizar en los objetivos que han presidido las decisiones de política económica de los últimos años, y en decisiones de política económica de los últimos años, y en las que las actuaciones de la política presupuestaria han adquirido una creciente relevancia. Por ello, la potenciación de la dimensión solidaria del gasto público, la contribución a la mejora de la competitividad de los sectores productivos, los avances en la armonización fiscal con los países comunitarios y la intensificación del proceso de saneamiento de la Hacienda Pública, constituyen los objetivos presentes en el Presupuesto para 1992, coadyunvando al fortalecimiento de las bases de crecimiento y estabilidad, necesarias para preservar las condiciones de progreso y convergencia de nuestra economía con los países comunitarios.