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María Pilar Gómez Fernández-Aguado, Antonio Partal Ureña, Antonio Trujillo-Ponce
Este trabajo analiza los efectos que tendría sobre el sistema bancario español la nueva forma de calcular las contribuciones bancarias a los sistemas de garantía de depósitos establecida en la Directiva Europea aprobada en 2014. Nuestra muestra comprende algo más del 90% de los depósitos cubiertos en España durante el período comprendido entre 2008 y 2014. Para el análisis, seguimos las directrices publicadas por la Autoridad Bancaria Europea en 2015, donde se proponen dos métodos diferentes para calcular las ponderaciones de riesgo: el método de las “categorías” y el método de la “escala variable”. Concluimos que la mayoría de los bancos verían aumentar sus contribuciones al fondo de garantía de depósitos con el nuevo sistema, basado en contribuciones ajustadas al riesgo, lo que indicaría la existencia de un subsidio por parte de las entidades de menor riesgo en el sistema de aportaciones fijas. Por otro lado, el método de las “categorías” sería el que proporcionaría mayores incentivos para una gestión prudente del riesgo. Finalmente, se concluye también que el nuevo sistema podría reducir el riesgo “moral” a menudo asociado a los bancos de mayor tamaño.
This paper analyses the effects on the Spanish banking system of the new rules for calculating bank contributions to deposit guarantee schemes (DGSs) established by the European Directive dated 16 April 2014. Our sample represents over 90% of the covered deposits in Spain during the period from 2008 to 2014. We follow the guidelines published by the European Banking Authority in 2015, which propose two different methods for calculating risk weights: the bucket method and the sliding scale method. We find that most banks would increase their contributions to DGSs under the new system based on risk-adjusted contributions, indicating a cross-subsidy in the flat-rate system from lower-risk credit institutions to higher-risk institutions. Moreover, we report that the bucket method would provide stronger incentives for banks to engage in prudent risk management. Finally, we conclude that the new system could reduce the moral hazard often associated with larger banks.
