Jesús Granados Sánchez
En los últimos años, y ante la inactividad crediticia de las entidades financieras, hemos asistido al nacimiento y rápido crecimiento de una nueva vía de financiación comúnmente conocida como «Crowdfunding» (o «micromecenazgo»). El imparable fenómeno de internet ya no solo facilita el acceso a la información y la comunicación, sino que también sirve aunar a una pluralidad de personas físicas o jurídicas interesadas en financiar nuevos proyectos de emprendedores, como alternativa a la inaccesibilidad a los préstamos bancarios.