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La violencia de género repercute seriamente en la salud de las víctimas, por lo que es elevada la probabilidad de que las mujeres víctimas de dicho maltrato acudan a los centros sanitarios. El personal sanitario ostenta así un papel crucial en la detección de este tipo de violencia. La información que pueden proporcionar puede convertirse en una fuente muy valiosa en un proceso judicial. De ahí que la remisión al Juzgado de un parte de lesiones pueda llegar a ser extremadamente importante no sólo para poner en marcha la maquinaria de la Justicia, y, fundamentalmente, para activar las medidas de protección oportunas, sino también para corroborar la declaración de la mujer o incluso como parte del acervo probatorio. El presente artículo analiza el parte de lesiones en los procesos por violencia de género, la obligación de los profesionales de comunicar a la autoridad judicial la comisión de un presunto hecho delictivo y el polémico secreto profesional en el ámbito sanitario.
