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La pregunta por el sentido de la propia vida es inherente al ser humano; la ausencia de respuesta es un indicador de carencias espirituales que llevan al hombre a un sufrimiento existencial. Víctor Frankl, fundador de la Logoterapia, concibe la posibilidad de auto-trascendencia cuando una persona logra salir del propio ego otorgando una dirección hacia alguien o algo distinto de sí mismo: otros seres humanos, quehaceres, cuidados, o creaciones. El pensamiento y la teorización científica de Frankl, base filosófica del quehacer como psiquiatra, nacen no sólode sus conocimientos de filosofía y su práctica como psicoanalista, sino también del sufrimiento personal por haber estado cautivo en el campo de exterminio nazi. Susana Rotbard se basa en una propuesta de Ricoeur para una comprensión de la construcción de la Logoterapia. El sufrimiento y las acciones solidarias de Frankl en el campo de concentración dan coherencia, vida y actualidad al desarrollo de su obra, promoviendo en ella, una dirección que arroja luz sobre el edificio de la constitución espiritual del ser humano.
