Alfonso López de la Osa Escribano
En esta tercera y última entrega, el autor analiza la figura de la persona de confianza de la Loi 2016‐87, figura importantísima que puede suplir la voluntad del paciente en el caso de que no pueda manifestarla. No sólo sirve para proteger patrimonialmente el afectado, sino que tiene una dimensión “más humana, íntima y personal”. Constituye el final de su trabajo un epígrafe con conclusiones. Destaca que la ley francesa es una ley de difícil consenso entre las fuerzas parlamentarias por las distintas posiciones en torno los aspectos relativos al final de la vida, y concluye que la ley evita deliberada‐ mente emplear la palabra eutanasia o suicidio asistido, por lo que siguen siendo prác‐ ticas ilegales. En la anterior entrega, el autor analizó la consagración del derecho a rechazar el tratamiento médico, acompañado del derecho a cuidados paliativos, y el refuerzo de las directivas anticipadas, similares a las instrucciones previas españolas