Unai Camargo
En un mundo como el de los despachos de abogados, con una variedad inmensa en cuanto a tipos de despacho, formas de funcionamiento e idiosincrasias, la lucha por la mayor rentabilidad posible se ha convertido en una necesidad común. La gestión del despacho es una de las herramientas que ayudarán a conseguir esa mayor rentabilidad. Pero, ¿cómo es y cómo se consigue una gestión correcta y eficaz del despacho? ¿Sirve de algo incorporar nuevas prácticas de gestión, con todo el esfuerzo que conlleva? Estas son algunas de las preguntas que pretendo responder con este artículo.