Las decisiones de los directivos empresariales tienen como fin la consecución de los objetivos empresariales. La información que aportan las diferentes departamentos, y en especial el financiero, ayuda a la toma adecuada de decisiones. Los ejecutivos financieros tienen que ser prácticos y capaces de medir las variables que, una vez presentadas a la dirección, sirven para definir la estrategia de la empresa. Estas variables pueden ser financieras (tangible) y no financieras, destacando entre éstas últimas las relaciones internas (empleados) y externas (clientes y proveedores) a la empresa.