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Kerim Can Yazgünoglu
"The Stone Gods" (2007) de Jeanette Winterson describe un mundo futurístico en el que todo el mundo está construido tecnológica, discursiva y materialmente. En primer lugar, The Stone Gods pone en primer plano la conceptualización futurista de la materialización y de los cuerposposthumanos provistos de género en relación con la biotecnología, la biogenética y la robótica, cuestionando las dimensiones contemporáneas del interfaz entre el humano y la máquina, naturaleza y cultura. En segundo lugar, la novela se centra en preocupaciones medioambientales relevantes en nuestra época. Más específicamente, sin embargo, haciendo notarlos cuerpos tóxicos post-humanos en términos de “trans-corporalidad,” tal y como sugiere Stacy Aliamo, The Stone Gods es un medio literario que no tiene precio a la hora de especular sobre nuestro “dilema posthumano,” en palabras de Rosa Braidotti, y sobre la peligrosidad ecológica global. En The Stone Gods Winterson no solo ofrece una advertencia sobre la deshumanización del humano en el proceso de posthumanización, sino también una imagen destacada de los sujetos posthumanos trans-corporales por medio de un debate de los efectos beneficiosos y dañinos dela biotecnología y de las máquinas sobre las “naturaculturas” humanas-no-humanas. En este sentido, observando los cuerpos humanos y no-humanos a través de una lente trans-corporal contribuiría a comprender cómo las estructuras materiales-discursivas pueden transformar profundamente la vida humana-no-humana de la Tierra.
Jeanette Winterson’s “The Stone Gods” (2007) pictures a futuristic world in which every body is technologically, discursively, and materially constructed. First of all, "The Stone Gods" foregrounds the futuristic conceptualization of embodiment and posthuman gendered bodies in relation to biotechnology, biogenetics, and robotics, interrogating contemporary dimensions of the interface between the human and the machine, nature and culture.Secondly, the novel focuses on environmental concerns relevant to our present age. More specifically, however, drawing our attention to posthuman toxic bodies in terms of “trans-corporeality,” as suggested by Stacy Alaimo, “The Stone Gods” is an invaluable literary means to speculate on our “posthuman predicament,” in Rosi Braidotti’s words, and global ecological imperilment. In “The Stone Gods”, Winterson provides not only a warning against the dehumanization of the human in the process of posthumanization, but also a salient picture of posthuman trans-corporeal subjects through a discussion of the beneficial and deleterious effects of biotechnology and machines on human-nonhuman “naturecultures.” On this view, looking at both human and nonhuman bodies througha trans-corporeal lens would contribute to an understanding of how material-discursive structures can profoundly transform human-nonhuman life on Earth.
