En el subconsciente humano existen diversas ideas y nociones de nuestra propia vida, conceptos personales y precepciones del mundo. De acuerdo con esto coexisten allí también ideas falsas o verdaderas que a veces no conocemos, a esto le llamamos imaginarios, y dentro de estos están los imaginarios sociales referentes a nuestra conducta individual y social.Estos imaginarios describen prototipos, Armando Silva dice que: «Lo imaginario impone, de principio, como un conjunto de imágenes y signos de objetos de pensamientos cuyo alcance, coherencia y efi cacia pueden variar, y se redefi ne sin cesar»[1]. La construcción de estos conjuntos se desarrolla de diversas maneras, e infl uencias externas y percepciones internas de acuerdo a previas experiencias. Para Juan Luis Pintos son: «aquellos esquemas, construidos socialmente, que nos permiten percibir algo como real, explicarlo e intervenir operativamente en lo que en cada sistema social se considere como realidad» [2]. Solo que para este autor existen varias realidades que confunden el sistema como lo veremos más adelante.