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Manuel Osvaldo Avila Vásquez
El texto tiene como objetivo reflexionar acerca del ser humano en su condición de sufriente. Más exactamente, busca pensar el modo como ésta se hace manifiesta en el arte, ámbito que, tradicionalmente, se resistió, a hacer evidente tal condición, en nombre de la belleza. Para llevar a cabo esta tarea se toma primero como punto de partida metodológico la vida de la artista Frida Kahlo, que vino al mundo en Coyoacán México el 6 de julio de 1907, pues ella, presa del sufrimiento como cualquier otro, tuvo la particularidad de hacer de este el origen mismo de su arte. Ni más ni menos, en esta artista, el sufrimiento y el arte se hicieron uno solo. En segunda instancia, se echa mano a la metafísica del sufrimiento en la obra de Arthur Schopenhauer, con el fin de indicar que, ante el principio:
toda vida en esencia es sufrimiento, al ser humano, además de la ética y la mística, no le quedamás alternativa que el arte, de lo contrario, estaría arrojado en brazos del puro deseo de vivir, la voluntad y por tanto presa del sufrimiento. Finalmente, para concluir, se indica que la vida y la obra de Kahlo, arraigada en la filosofía de Arthur Schopenhauer, no hace más que evidenciar de manera desvergonzada el fundamento del mundo: el sufrimiento.
