Una de las aspiraciones que la política criminal se encuentra llamada a concretar en pos de alcanzar el culmen de su misión es dotar de sustento a un Derecho Humano a la Seguridad más amplio. En clave con ello, ante un escenario delictivo multicausal y pluridimensional, debe abrirse a una lectura global de la conflictividad que posibilite medidas superadoras a problemáticas complejas. Es decir, respuestas integrales e integradoras de todas las franjas sociales expuestas a una inseguridad objetiva sin fronteras. Este iter investigativo partirá de un diagnóstico general sobre los prismas de la inseguridad; que comprenderá las manifestaciones de un proceso de deshumanización y una crisis de sentido abisal. Luego el estudio se ceñirá a dos realidades interpelantes, que son puntualmente la situación de los migrantes y la silente problemática de los adultos mayores. Como corolario, se destacará la significancia de procurar un desarrollo integral e integrador, a través del diálogo, la organicidad vital de todos los actores y un fortalecimiento del entretejido comunitario, todos presupuestos para alcanzar una auténtica concordia.