En este artículo se presentan los bancos de desarrollo internacionales de los que España no es miembro, indicando sus peculiaridades y las oportunidades para empresas españolas. Su método es sistematizar la variada información que sobre estos bancos aparece en Internet y presentar conjuntamente los mismos datos para cada uno de ellos, de modo que sea posible hacerse una idea de su importancia e interés. Su conclusión es que estos bancos son pequeños respecto a los más conocidos y que, de momento, no ofrecen oportunidades significativas para las empresas españolas, salvo quizás el Banco Islámico de Desarrollo.