Se dice que la mente humana es una herramienta muy potente de la que no aprovechamos más que un pequeño porcentaje de su capacidad. La utilización de mapas mentales ha demostrado ser una metodología muy útil para sacar el máximo partido a la capacidad mental de las personas, potenciando aspectos como la memoria, la comprensión de asuntos complejos, la solución de problemas o la toma de decisiones estratégicas. Los mapas mentales son particularmente útiles cuando se trata de negociar un contrato que incluye numerosas y sofisticadas cláusulas y consideraciones.