Ante los escenarios complejos del mercado laboral queda al margen la visión tradicional del derecho del trabajo que tiene como eje fundamental para configurar la existencia de una relación laboral a la subordinación, misma que se encuentra en un importante predicamento que, en opinión del autor, hace pensar en la necesidad de reformular su carácter de elemento distintivo de la relación de trabajo y considerar el poder del empleador como nuevo elemento para tal determinación.