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El 15 de junio de 1952 el SUMO PONTIFICE pronunció el presente Discurso durante la audiencia concedida a los Directores, Profesores y Estudiantes de la Universidad de RomaMotivo de gran regocijo para nuestro corazón es vuestra presencia, amados hijos del "Studium Urbis" que, conducidos por el señor Ministro de "instrucción Pública, por el Rector Magnífico y por ilustres profesores del glorioso ateneo, habéis venido a Nos, como para sellar con una pública profesión de fe y de devoción al Vicario de Cristo las fatigas del año académico, vale decir, un paso más dado por vosotros en el camino del progreso cívico, codiciada meta de vuestra universidad y de cualquiera otra. Desde hace tiempo deseábais venir a atestiguarnos vuestro filial afecto, pero los imperiosos deberes de nuestro oficio pastoral nos han obligado a posponer hasta éste día la tan deseada entrevista. (…)
