El islam, descrito unas veces como una amenaza para la identidad nacional y otras como una ideología de guerra, es objeto de incesantes ataques en los medios de comunicación o por parte de dirigentes políticos. Sin embargo, rara vez se aborda esta religión en su práctica diaria: ¿Qué significa ser musulmán en una sociedad que segrega a los inmigrantes y a sus descendientes? El ejemplo de Montpellier.