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, Mercedes de Prada Rodríguez
¿De verdad podemos decir que el cliente-consumidor, tiene conocimiento real de lo que significan todas y cada una de las cláusulas, abusivas o no, que integran su contrato de préstamo hipotecario? ¿Leen los clientes de las entidades el contrato? ¿Se les suministra por parte de la entidad una información pormenorizada y detallada de las implicaciones del préstamo? ¿Es la consideración del contrato de préstamo hipotecario como contrato de adhesión un lastre para la situación del deudor ya ejecutado? Como quiera que el principio de autonomía de la voluntad no rige en plenitud en este tipo de asuntos, postulamos la urgente implantación de un consentimiento informado (que no desinformado), que garantice rigor en la concertación de este tipo de préstamos en el entendimiento de que la adecuada información precontractual podría servir para dotar de mayor legitimidad a la ejecución posterior de producirse.
