Los intereses son una realidad permanente en el circuito económico y, en consecuencia, en las relaciones jurídicas que a diario se establecen entre los particulares y entre éstos y las entidades bancarias. Así, resulta necesario conocer la esencia de esos intereses y, más concretamente, la lógica que juega en nuestro ordenamiento jurídico el interés moratorio. Para ello debe analizarse la morosidad como punto de partida, el carácter de ésta, y sus consecuencias sobre las relaciones acreedor-deudor y sobre la economía.