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Allyson Lucinda Benton
En este artículo, se analizan dos argumentos con respecto al papel que la Iglesia católica ha desempeñadodentro de la política estatal en Oaxaca, México, durante las décadas de 1990 y 2000. En el primero de ellos, se plantea que los obispos tienden a favorecer y a facilitar los procesos de democratización en este estado. En el segundo, se sugiere que la Iglesia pudo haber favorecido involuntariamente el autoritarismo gubernamental al apoyar con entusiasmo la legali-zación de usos y costumbres en la política local. El análisis estadístico presentado en este trabajo muestraque el grado de presencia católica en los municipiosoaxaqueños sólo importa en algunos casos y no siempre en la dirección esperada. Más en concreto, ladefensa de tal legalización en algunas comunidades indígenas donde la presencia del catolicismo prevalece,ha disminuido el apoyo al pri y a los partidos marginales.En cambio, en otras comunidades indígenas, el efecto ha sido el contrario. Finalmente, se concluye que la falta de resultados sistematizados demuestra la capacidad de la Iglesia católica para intervenir en las políticas locales oaxaqueñas.
This study analyzes two competing arguments about the role of the Catholic Church in state politics Oaxaca, Mexico in the 1990s and 2000s. One line of argument claims that progressive Catholic bishops supported and facilitated democratization in this state. Another line suggests that the church may have inadvertently facilitated ongoing authoritarian rule through its activesupport for the formalization of local customary political practices into law. Statistical analysis shows that the level of Catholic presence across Oaxaca’s municipalitiesonly matters in some cases and not always in the direction expected. Specifically, in some indigenouscommunities high levels of Catholic presence facilitated the adoption of customary laws, declines in pri support, and lower first place party margins. In other indigenous places, it had the opposite effect. The lack of systematic effect demonstrates the Catholic Church’s capacity to intervene in local political affairs in multiple direction and ways, as well as its often tacit support for existing political dynamics.
