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Eguzki Urteaga Olano 
Desde la mitad de la década de 1990, una abundante literatura científica se ha desarrollado en torno al concepto de capital social, que se aplica a un gran número de objetos: a los buenos resultados escolares de los alumnos, al éxito de ciertos proyectos de desarrollo y de la mortalidad en los países en transición, a la mejora de la competitividad de las empresas, etc. Existe una pluralidad de perspectivas que la declinan esta noción de un registro que va desde los recursos que un individuo puede movilizar como consecuencia de su pertenencia a un grupo, hasta la reciprocidad, la solidaridad o la confianza entre los miembros de un grupo y las características institucionales e incluso culturales de una sociedad. De cara a aclarar lo que se entiende por capital social, el objetivo de este artículo es analizar las teorías del capital social de James Coleman y de Pierre Bourdieu, poniendo de manifiesto sus similitudes y deferencias, y estudiar cuál es su aportación al Trabajo Social.
