El Tribunal General de la Unión Europea considera que la Comisión Europea se equivocó al negarle a MasterCard el acceso a documentos clave para elaborar la propuesta de Reglamento sobre las tasas de intercambio para operaciones de pago basadas en una tarjeta (COM(2013)0550). MasterCard había solicitado acceso a varios documentos elaborados por una consultora externa cuyo contenido ha sido esencial para redactar la propuesta de Reglamento. La sentencia es controvertida por cuanto pone en entredicho la aplicación práctica del principio de transparencia, apertura y acceso a documentos de las instituciones europeas, sirve para alimentar el debate sobre la eficacia del procedimiento de toma de decisiones y abre la vía para llevar a cabo acciones de lobbying efectivas que puedan neutralizar la génesis de decisiones regulatorias mucho antes de producirse. De este modo el fallo permite que se pueda exigir que se desvelen públicamente investigaciones y metodologías usadas por la Comisión en sus trabajos preparatorios para elaborar propuestas normativas.