"Vivo para el trabajo y trabajo para leer e-mails". Así se podría resumir tu día a día en algunas ocasiones. Todos nos hemos sentido desbordados en el trabajo por la avalancha de correos electrónicos diaria. Ni los buzones inteligentes ni los filtros de tu cliente de correo te ayudan lo suficiente a superarlo. Si te dedicas a la comunicación el problema se puede multiplicar por mil y la tiranía del e-mail puede llegar a determinar toda tu rutina laboral. Pero nosotros te vamos a proponer un par de soluciones para que no se te pase ni un correo importante.