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Este artículo ofrece un breve bosquejo biográfico sobre Manuel Díaz Gómez, un abogado ovetense que tuvo un papel importante en la administración pública española de finales del siglo xix y comienzos del xx. Como primera aproximación a su figura, que no se ha estudiado hasta la fecha, el artículo examina los principales momentos de su carrera, desde sus estudios de derecho en la Universidad de Oviedo y su pasantía en el despacho de Fermín Canella hasta su labor como miembro del Tribunal Supremo de Justicia, pasando por los muchos cargos que ocupó en los ministerios de Ultramar y de Hacienda, entre los que se incluyen los de gobernador civil de las provincias de Bulacán y de Batangas, administrador de la Aduana de Manila, secretario del gobierno general de las islas Filipinas, administrador de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, director general de Monopolios, director general de la Deuda y Clases Pasivas y director general del Tesoro Público. En todos estos puestos Díaz destacó por su extraordinario talento, enorme dedicación e intachable conducta, lo que, unido a su personalidad modesta y discreta, lo convirtió en una de las figuras más respetadas de la administración pública española de la época.
