José Enrique Ruiz Domènec
La Primera Guerra Mundial alumbró una Europa en la que convivía una ciudadanía que aún creía en la capacidad regeneradora de la democracia mientras a la vez nacían movimientos de masas que participaron, en ocasiones sin conciencia, en la creación de los totalitarismos. Desde el punto de vista de los países, la paz trajo consigo la desaparición de los viejos imperios centrales, con vencedores y vencidos, y con la alteración de las viejas fronteras, así como la inseguridad jurídica que se creó. Ello dio lugar a dinámicas sociales difíciles de gestionar.