El objeto del presente artículo es formular una reflexión sosegada sobre la precipitada propuesta de dotar a España de una estructura federal como respuesta a la demanda formulada desde Cataluña de disponer de un pacto fiscal o de lo contrario la iniciación de un proceso encaminado a la secesión. Sin caer en las recomendaciones ni en preceptuar ningún modelo se enfatiza la importancia de disponer de un prius de cultura federal para afrontar ese proceso.