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Óscar Daniel Ludeña Benítez
La facilidad del transporte y la llamada era de la globalización han oca-sionado que las relaciones de familia internacionales sean cada vez más frecuentes, por lo que se deben arbitrar medios para regularlas con efica-cia. El ámbito comunitario debe ser ejemplo de ello. Sin embargo, no hay que desconocer que siguen existiendo dificultades añadidas cuando el idioma se desconoce y las comunicaciones son costosas. Por ello es tan necesario un buen Derecho de la Unión Europea de Familia que garanti-ce, fundamentalmente, los derechos de los menores. En el presente artículo se procurará demostrar que se va por el buen camino y que se ha avanza-do muchísimo en la materia en los últimos años, evolucionando con paso firme. Se hará especial énfasis en el Reglamento 2201/2003 y en el Regla-mento 4/09, sin olvidar otras normas y proyectos. El objetivo final: una Unión Europea de las personas, no sólo de la estricta economía.
