Durante los años de bonanza económica una buena parte de la población española han creído que eran ricos, y sintieron que formaban parte de la clase media. Vieron incrementar su capacidad de consumo, gracias al aumento de los ingresos, pero sobre todo debido al crecimiento del endeudamiento, animado por el precio tan asequible del dinero. Dicho proceso de endeudamiento fue estimulado por el sistema y por la propia clase política, favoreciendo esa ilusión de pertenencia a una clase social media, de la que han sido expulsados de forma abrupta con la crisis económica.