Las clases medias europeas experimentan una doble crisis que se concreta en la depauperación que están sufriendo los profesionales públicos al servicio del Estado, como consecuencia de la aplicación de políticas austericidas que recortan el Estado del Bienestar, y el empobrecimiento de los sectores profesionales que prestan servicio en régimen de libre mercado, como abogados, ingenieros, etc. El descenso del nivel de vida de las clases medias está provocando una ola de protestas y un ascenso de la conflictividad social en Europa, que recuerda lo sucedido tras la Gran Depresión de los años treinta del siglo pasado.