La crisis financiera y económica constituye, en parte, la culminación de un periodo que se inicia en la realidad económico-empresarial a mediados de la Década de los Noventa con la pérdida creciente de confianza en las relaciones económicas individuales e Institucionales. La configuración dominante de la Teoría Económica basada en el "oportunismo" contractualista ha creado las bases para esta situación de desconfianza generando enormes "costes de coordinación". La necesidad de una visión ética de la economía y su gestión se convierte en una exigencia necesaria para recuperar una "economía de la confianza" en las personas y en las instituciones. Toda actuación humana implica tanto el hecho económico como la realidad societaria de la economía, esto es, la dimensión ética de la economía. La creciente complejidad de la realidad obliga a buscar en el cálculo económico correcto la integración de la ética económica y la economía como partes inseparables de una sola realidad. Solo de esta manera integral se logrará un cálculo económico correcto. La productividad y el desarrollo integral de las personas constituyen los puentes de esta integración en la búsqueda una de teoría económica de la confianza frente al puro contractualismo. Aquí se aporta una referencia a este proceso de integración de la ética económica en la lógica económica.
The financial and economic crisis is, in part, the culmination of a period that began in the economic and business situation of the mid-1990s, with an increasing loss of confidence in individual and institutional economic relationships. The predominating configuration of Economic Theory based upon, contractual "opportunism" has laid the foundations for the present situation where there is a lack of economic confidence, generating enormous "coordination costs". The need for an ethical economic vision and management has become an essential requirement if we are to recover a "confidence-based" economy among both individuals and institutions. All human actions involve both the economic element and the economy's social situation - in other words, the economy's ethical dimension. The situation's increasing complexity demands that a correct economic calculation of the economy includes the integration of the ethical economic element and the economy as inseparable parts of a single reality. Only in this integrated manner will we achieve a correct economic calculation. Productivity and the integrated development of the individual are the bridges of integration in our search for an economic theory inspiring confidence as opposed to pure contractualism. This article contributes a reference to this integration process of economic ethics into economic logic.